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George Bush en el DMZ coreano en el 2002. Otra foto en la sequencia mostró las tapas de los binoculares sacadas, por lo que alguien aparentemente se dio cuenta.

Bill Clinton fue visto haciendo lo mismo en 1993 y es bastante más inteligente que Bush.

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Una foto de Bill Clinton en el DMZ coreano en 1993

Y por supuesto, también Ariel Sharon.

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Ariel Sharon se une a la línea de escuelas políticas “basadas en fe.”

Ciertamente, es un error bastante común - el llevarse los binoculares a los ojos sin haberle sacado las tapas - y si eres un sujeto de intenso interés para los demás, siempre habrá algún fotógrafo tratando de captar cada estupidez que haces. Así que Bush, Clinton y Sharon pueden ser excusados incluso si sospechamos que había alguien tratando de conseguir la imagen en la que se daba cuenta de las tapas puestas y luego se las sacaba.

Pero lo de Peretz parece ser un poco más que eso. Según la BBC “Mr Peretz miró por los binoculares 3 veces, asintiendo con la cabeza mientras Gen Ashkenazi explicaba sobre lo que estaba a la vista.”

¿Entendieron? Lo hizo TRES VECES, mientras aprobaba con la cabeza que entendía lo que estaba viendo.

Ahora, ¿estaba solo posando para la cámara? Probablemente no, o se hubiese dado cuenta de que si no podía ver nada, que las tapas estaban puestas y que los fotógrafos lo mostrarían y que se vería como el verdadero tonto que es.

Mantengan en mente que se supone que estaba inspeccionando tropas, observando maniobras militares junto con el nuevo jefe de la armada Israelí, Gen Gabi Ashkenazi. Lo que sea que Gen Gabi le estaba hablando no era de ningún interés para Peretz; eso está claro.

Esto significa que simplemente no estaba interesado en lo que se le decía; no lo molesten con la evidencia.

A pesar de un gran número de ejemplos de tal estupidez por parte de otros políticos que aparecen en primera plana, Peretz no fue capaz de recordar que esta proyección a futuro lo haría lucir tan ridículo.

¿Qué sucede con eso?

Bueno, déjenme recordarles algo que Justin Raimondo escribió por el año 2004:

Ron Suskind, antiguo periodista del Wall Street Journal y autor de The Price of Loyalty, publicó un artículo el último domingo en el New York Times Magazine del cual se habla mucho en Internet y con buena razón: es un devastador retrato de esta presidencia “basada en la Fe”, con sus idiosincrasias y debilidades religiosas culturales. Pero no es solo eso. Suskind se las arregla para capturar, en una serie de vívidas anécdotas, la psicopatología política que motiva a esta administración y moldea su percepción. Aquí está la cita:

“En el verano de 2002, luego de escribir un artículo en “Esquire” (que a la casa blanca no le gustó) acerca del antiguo director de comunicaciones Karen Hughes, tuve una reunión con un asesor cercano a Bush. Me expresó el disgusto de la Casa Blanca, y me dijo algo que en su momento no pude comprender del todo, pero que ahora pienso que se adentra profundamente en el corazón de la presidencia de Bush.”

“Me dijo que hombres como yo estaban en lo que ‘llamamos la comunidad basada en la realidad’, a la cual definió como personas que ‘creen que las soluciones emergen de su estudio de realidad discernible’. Yo murmuré algo acerca de principios iluminadores y empirismo. Me atajó. ‘Esa ya no es la manera que el mundo funciona’ continuó. ‘Somos un imperio ahora, y cuando actuamos, creamos nuestra propia realidad. Y mientras ustedes estudian esa realidad, actuamos nuevamente, creando otras realidades, las cuales pueden estudiar también, y así es como las cosas se resuelven. Somos los actores de la historia…y ustedes, todos ustedes, están solo para estudiar lo que nosotros hacemos”.

Suena como si Peretz estuviese infectado por la psicopatología de las escuelas de política “basada en la fe”. No tiene porque VER lo que hay allí: puede CREARLO!

Raimondo tiene razón: es psicopatología. Luego escribe:

Vanidad, como antes mencioné, ha sido siempre la característica distintiva de la personalidad imperialista, pero la clase de arrogancia exhibida más arriba – “Somos un imperio ahora, y cuando actuamos, creamos nuestra propia realidad” – va más allá de lo que el mundo haya visto hasta ahora. El más enfermo de los emperadores romanos se preocupaba por propiciar a los dioses, a pesar de atribuirse a ellos mismos un status divino. Pero nadie se atrevía con su mito de la creación. Esta no es una nuevo Estados Unidos, sino una nueva especie de enfermos mentales.

Pero no es una “nueva especie de enfermos mentales”, es el mismo viejo problema de la humanidad: psicópatas.

Amos M. Gunsberg, psicoterapeuta y entrenador de psicoterapeutas en Nueva York, escribe:

Solemos llamarlos psicópatas, estas criaturas que aparecen en nuestro planeta físicamente con forma humana, pero no son seres humanos.

Notamos que son amorales. Eso debería darnos una clave.

Notamos que no SIENTEN sentimientos. Eso debería instruirnos.

Notamos que no tienen corazón. Eso debería hacer sonar la alarma.

Esta falta de elementos distingue a estas criaturas de los seres humanos. No exhiben conexión alguna con las personas, no tienen comprensión de lo que llamamos “moralidad”, “honestidad”, “decencia”, “juego limpio”, etc. No poseen la facultad de lo que llamamos empatía. No poseen la facultad de lo que llamamos introspección.

La humanidad ha dedicado siglos intentando enmarcar a estas criaturas dentro de alguna forma de ser humano. Todo en vano. No solo en vano, sino con un enorme costo para nuestra civilización. Estas criaturas no son seres humanos maltrechos. Son una especie diferente…dedicada al asesinato de los valores humanos…como preludio del asesinato de seres humanos…por ejemplo las tácticas utilizadas por los Nazis, pasado y presente.

Se nos ríen en la cara. Dicen: “Nadie nos entiende. La gente no puede ponerse en el lugar de los hombres que actúan sin conciencia. Intentan entender, pero no pueden”
Estas criaturas no PIENSAN como humanos. No HABLAN como humanos. No saben lo que es SER humano.

Los clasificamos como “humanoides”.

Si, tienen forma humana. Si podemos resistir sus violentos ataques lo suficiente, eventualmente podremos desarrollar tecnología que pueda medir que tan diferentes son con respecto a los seres humanos, a pesar de su forma.

Mientras tanto, la calidad de nuestras vidas…y la vida misma…depende de reconocer estas criaturas y de tomar medidas para neutralizar sus intentos por destruirnos.

EVIDENCIA DE COMPORTAMIENTO HUMANOIDE

Realizan declaraciones sin sustento. Para ellos, estas declaraciones representan la realidad…declaración por declaración. La presente declaración puede contradecir lo que han dicho hace solo unos momentos. Eso no significa nada para ellos. No hacen ningún intento por lidiar con la contradicción.

Demuestran una total falta de entendimiento por lo que significan los “hechos”. En sus escritos y sus discursos, no usan esa palabra.

Como humanos encontramos esto difícil de creer. El uso de los hechos es parte básica de nuestras vidas. Basamos nuestras conclusiones y acciones en ellos. Partimos desde allí para comprobar cosas y establecer más hechos. Cuando debatimos, presentamos hechos, y mostramos como derivamos nuestras observaciones y nuestras posiciones desde ellos.

Sin hechos, todo lo que tenemos es “fantasía”.

Como estas criaturas tienen una apariencia humana, asumimos que deben pensar como nosotros…que están atentos de lo que estamos atentos. Nosotros pensamos que DEBEN saber lo que son los hechos. Cuando no aplican los hechos, decimos que están jugando. Pensamos que ellos saben lo que son los hechos, pero no lo quieren admitir.

¡No es así! Ellos NO saben lo que es un hecho. Cuando hablamos de hechos y les preguntamos que los apliquen, nos miran con ojos inexpresivos. No saben de lo que estamos hablando.

Nos estudian porque su estrategia es pasar como humanos. Nos escuchan usar las palabras –hechos, evidencia, justificación. Les falta la capacidad humana de entender lo que queremos decir. Ignoran nuestras referencias de los hechos, ignoran nuestros pedidos para que provean hechos, y esperan que no nos demos cuenta de su falta de comprensión.

Para ellos, lo que declaren es lo real. Lo que NOSOTROS llamamos realidad no lo es para ellos. ELLOS “declaran” lo que debe considerarse real…

Pregunté al cliente de un psicoterapeuta que mirara una silla situada a dos metros cerca de una pared. Luego le pedí que la describiera. Lo hizo con bastante detalle excepto las patas. ¡LA SILLA QUE DESCRIBIÓ NO TENÍA PATAS!

Remarqué eso, y pregunté como era que la silla estaba suspendida en el aire, sin patas que la soportaran. Ella dijo: “La puse ahí”. Pregunté: “Si miras para otro lado, ¿se caerá?” Dijo: “No. Si miras para otro lado, la silla no estará más ahí” Pregunte: “¿Y si miras para otro lado...y sucede que la silla todavía esté allí? Ella ignoró la pregunta.

Aquí hay otro ejemplo. Durante una discusión entre profesionales a principios de año, se declaró: “Si suficiente gente cree que algo es verdad, entonces lo que creen es lo que ES la realidad.”

Una pregunta se hizo: “Hubo un tiempo en el cual todos creyeron que el sol giraba alrededor de la tierra… ¿fue solo un cambio del pensamiento de la gente que hizo que la Tierra se pusiera a girar alrededor del sol?

La pregunta fue ignorada.

Se puede pensar que la no respuesta constituye una aceptación…una aceptación de que lo que dicen es totalmente infundado e indefendible. La experiencia ha demostrado que van realizando las mismas declaraciones, incluso luego de producirse lo contrario.

¿Ven que tan diferentes son estas criaturas? ¿Ven que lejos están de comportarse y pensar como humanos?

Nada de lo que NOSOTROS llamamos realidad es real para ELLOS

Repito.

Nada de lo que nosotros llamamos realidad es REAL para ellos.

Cuando un ser humano menciona una silla, la referencia es para una silla que está ahí con sus propias patas. De todos modos está allí si cualquiera la ve o no, si cualquiera la menciona o no, si cualquiera “declara” que está allí o no. Está allí POR SI SOLA.
Un elemento básico del perfil de los humanoides es la falta de comprensión de que cualquier cosa existe por si sola, separadamente de lo que se diga. No los VEN. Los únicos objetos que ven los humanoides son aquellos que “declaran”…aquellos que imaginan.

Usamos la frase “mi percepción” que es una medida de algo separado de nosotros mismos. No lo anunciamos como un “hecho”. Estamos abiertos a considerar otros puntos de vista si se proveen hechos para considerar.

Los humanoides utilizan la frase “mi percepción” como un murmullo. Imaginan lo que eligen, y nos dicen que es su “percepción”… la cual, en sus mentes, ESTABLECEN la realidad. Lo que llamamos “hechos” no existen para ellos. Ese es el porqué se quejan y afirman que están siendo atacados siempre que una justificación es requerida.
¡Los humanoides afirman que sus declaraciones son válidas simplemente porque ellos las fabrican! Elaboran sobre esto: “Yo honro la integridad con respecto a esto. Como egoísta, hago las declaraciones que son válidas para mí. La validez para mi mismo es la prioridad. Le garantizo a otras personas el mismo respeto asumiendo que dicen cosas válidas para ellos”.

Para que algo sea considerado válido tiene que ser sostenido por hechos. Nada es válido simplemente porque alguien lo dice.

Cuando se les pregunta a los humanoides como es que determinan si lo que se dice es válido para una persona y no es algo inventado o imaginado, ignoran lo preguntado.
Note el extraño uso de la palabra “integridad”. Los humanos definen integridad como rectitud del sujeto, honestidad. Nos referimos a defender los hechos, defender la verdad, no venderla. Los humanoides utilizan la “integridad” para insistir que lo que imaginan es lo real. Sin medición. Sin evaluación.

Cuando se les demanda de evaluar sus declaraciones, afirman que quien los confronta es alguien sin integridad…y que no defiende SU posición: lo que ELLOS imaginan es lo real.

¿En base a qué afirman esto? Los humanoides tratan al mundo como si fuera de su propiedad. “Declaran” cosas dentro de la existencia. Todo es un holograma. Programan los hologramas. Interactúan con ellos de la manera que quieran. Los tienen bajo total control. Cuando deciden cancelar un holograma, desaparece.

Se supone que un holograma no tiene la capacidad de pensar por si mismo. Se supone que un holograma no tiene la habilidad de medir, evaluar, etc. Y más importante aún, se supone que un holograma no tiene la capacidad de romper con su estado holográfico ni la de criticar a su maestro.

Cuando esto sucede, primero intentan castigarlo para que vuelva a su línea. Si eso no funciona, lo desaparecen. Cuando eso falla, lo cubren abandonando el programa y creando otro.

La experiencia ha demostrado que no importa lo que digamos, no importa lo que señalemos, no importa la cantidad de evidencia mostrada, no tiene significado para estas criaturas. Tienen un objetivo: engañarnos en clasificarlos como humanos para que puedan acabar con los valores de la humanidad. Sin valores humanos, el próximo paso es acabar con seres humanos.

EN RESUMEN:

Humanoides

1 – Dan declaraciones sin sustento. Estas declaraciones son para ser aceptados como realidad en cada momento.
2 – Ignoran pedidos de proveer bases a sus declaraciones.
3 – Desprecian la importancia de los hechos, de la honestidad, decencia y juego limpio.
4 – Aplauden el uso de mentiras, engaños, etc.
5 – Se quejan de ser “atacados” cuando son cuestionados. No dan explicaciones acerca de esos “ataques” o de lo que es atacado.
6 – No SIENTEN sentimientos
7 – Ven al mundo como su propiedad.
8 – Tienen como objetivo mantener a los humanos en su lugar----- a saber, insignificancia.

CONSIDERACIONES ADICIONALES

Los humanoides no entienden la distinción que los humanos hacemos entre en bien y el mal. Cuando nos hacen daño, no entienden porque los llamamos malvados. No entienden porque tenemos leyes contra el crimen. Su aproximación es ostentosa, incluso moralizan sobre sus víctimas.

Como no comprenden la razón de tales leyes, argumentan que no son responsables de sus actos.

No tanto. Mientras adoptan la posición de que la ley no se aplica a ellos, saben perfectamente que la ley fue creada para todos. Además, si intentan explicar que no sabían de la existencia de tal ley, respondemos con el firme principio: “La ignorancia de la ley no es excusa”.

Cuando utilizan tales argumentos, dejan bien en claro que continuarán operando en concordancia con su estructura. Ellos no creen promulgar lo malvado. Simplemente hacen lo que les dicta su estructura. La serpiente no se siente malvada cuando inyecta su veneno. Simplemente hace lo que está en su estructura.

La experiencia ha mostrado que los humanoides continúan actuando según su especie, asesinando los valores humanos como preludio del asesinato de seres humanos. Los nazis demostraron esto gráficamente.

La cuestión de llamarlos “culpables” según nuestro sentido de la palabra, tiene que ser dividido en dos partes. Nosotros no los llamamos culpables por SER lo que son. Los llamamos culpables por el daño que ocasionan.

Cuando un perro tiene rabia no lo culpamos por convertirse en rabioso. Lo que hacemos, como protección propia, es mantenerlo alejado antes que nos muerda, antes que nos infecte.

No culpamos a la serpiente por ser venenosa. Lo que hacemos es matar la serpiente antes que nos mate a nosotros.

Y así con los humanoides. Debemos estar en guardia ante el primer signo de criminalidad contra los valores humanos.

Eso parece ser el porque a Amir Peretz no le importa tener las tapas de sus binoculares puestas. Es probablemente la misma razón por la que a Bill Clinton, George Bush y Ariel Sharon tampoco les importa, aunque Bush tiene cerca a una persona que se fija en tales cuestiones para que se vea bien quitándole las tapas. Raimondo escribió:

La epistemología del imperialismo moderno nos muestra algunas mentes enfermas, no solo a causa de la concentración de poder en las metrópolis estadounidenses sino también por la avanzada tecnología y la evolución de las artes militares. El salvaje matón que cree que puede controlar la realidad con el uso de su garrote ha sido suplantado por el tecnócrata vestido de Gucci que cree que puede crear la realidad simplemente pulsando un botón o enviando una orden. Comandando jets militares de alas negras para eliminar a sus enemigos de la existencia, el Atila moderno cree que está construyendo una nueva realidad, una en la que sus prejuicios y remilgada ortodoxia tienen la fuerza de ley natural.

En fin, los neoconservadores están completamente locos, en un modo históricamente único. Esto explica mucho. Explica la peculiar testarudez de aceptar los errores, incluso si Irak implosiona. También explica la indiferencia de nuestros gobernantes al ser cazados en mentiras, la desaparición de “armas de destrucción masiva”, los ilusorios lazos entre Saddam y el 11 de septiembre, las descaradas falsificaciones, etc.

No están mintiendo, están creando “nuevas realidades”.

La locura militar de esta clase de mentalidad también explica la crueldad envuelta en la implementación de la visión del imperio de los neoconservadores. Está bien bombardear ciudades llenas de civiles, encerrar y torturar a cualquiera que se cruce en su camino, mientras se autoproclaman “liberadores”.

Psicópatas todos ellos.

Tarde o temprano, la realidad que esta élite psicópata ha creado se volverá en su contra. De hecho, está comenzando a ser así. Y eso se debe a otra trato psicópata: la falta de memoria para recordar el pasado o concebir el futuro y las consecuencias de sus acciones.

Aguijoneados por sus carácteres, la sed de poder global de los psicópatas no los hace ver que se condenan a si mismos junto con millones o billones de otros. Los psicópatas no tienen la capacidad de entender las catástrofes que repetidamente se infligen a si mismos y al mundo. Así como los microbios no advierten que serán quemados vivos o enterrados en la tierra junto con el cuerpo humano cuya muerte están causando, los psicópatas no comprenden que la única realidad que está creando es la realidad de su propia y final destrucción.