Artículo
Laura Knight-Jadczyk
 
 

¿QUIÉN ESCRIBIÓ LA BIBLIA Y PORQUÉ?

  LA PRIMERA “TORAH” Y EL PRIMER “TEMPLO”
Extraído de
Historia Secreta del Mundo

Derechos Reservados 2001, ninguna parte de este texto puede ser copiado, almacenado, o reproducido por ningún motivo sin el consentimiento escrito de la autora.


En la época de la caída del Reino del Norte en el 722 AC, muchos de los refugiados de Israel (que podrían ser considerados como miembros de las otras “diez tribus”, si uno quiere mirar las cosas desde ese punto de vista), huyeron hacia el sur, hacia las tierras montañosas del país de Judea, predominantemente rural. Entre ellos aparentemente se contaban los sacerdotes-profetas de Shiloh –los enemigos de Jezabel que pensaban que su rey había sido corrompido por una mujer– que traían consigo el llamado documento E. Fue en este momento cuando el documento E se fusionó con el J, probablemente por obra de algún miembro del sacerdocio aarónico en Jerusalén, y como parte del programa del rey Ezequías para consolidar su poder.

Tratando de sacar ventaja de la situación que se le presentaba –la destrucción de Israel y la asimilación de parte de su población y de sus sacerdotes– Ezequías decidió que le convenía unificar la población y centralizar todo. Él iba a ser el nuevo “David” que unificaría al pueblo, y parte de su plan incluía la unificación psicológica a través de la religión. Obviamente, Ezequías desaprovechó el

   
 
 
 
 
 
 
 

 

HISTORIA SECRETA Y CONSPIRACIONES Artículos:

Nuevo! ¿Quién escribió la Biblia?
Nuevo! Schwaller de Lubicz y el Cuarto Reich
Nuevo! Oscuridad sobre el Tibet
La Verdadera Identidad de Fulcanelli y el Código DaVinci

Cointelpro Cósmico

¿Qué es el HAARP?

La Conspiración de la Puerta Cósmica Parte 1
La Conspiración de la Puerta Cósmica Parte 2
 
banner del foro
 
 
 
 
 
VIDEO: Ponerología Política
 
Ponerología
Señales de los Tiempos
 
El Experimento Cassiopaea
 

La serie de La Onda

Introducción
Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5
Parte 6
Parte 7
Parte 8
Parte 9

Parte 10a
Parte 10b

Parte 10c
Parte 11a
Parte 11b
Parte 11c
Parte 11d
Parte 11e
Parte 11f

 
Aventuras Con Cassiopaea

Introducción
Parte 1
 
Serie La Búsqueda del Grial y El Destino del Hombre

Parte 1
 
quantum future physics
 

 

"Los desastres suponen ciclos en el ciclo de la experiencia humana [...] El ciclo humano refleja al ciclo de catástrofes. La Tierra se beneficia con una limpieza periódica. Es hora de prestar atención a los Signos. Se están incrementando. Se pueden incluso "sentir," si prestan atención."

 


"La vida es religión. Las experiencias de la vida reflejan cómo uno interactúa con Dios. Aquellos que están dormidos son aquellos de poca Fe en términos de su interacción con la creación. Algunas personas creen que el mundo existe para que ellos lo superen, lo ignoren o lo acallen. Para estos individuos, los mundos dejarán de existir. Se volverán exactamente aquello que le han dado a la vida. Serán simplemente un sueño en el "pasado." Las personas que prestan una rigurosa atención a la realidad objetiva, mirando hacia todas partes, pasarán a ser la realidad del "Futuro."

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

ejemplo de Omri de tolerancia hacia los diferentes grupos y creencias, sea por negligencia propia o por haber estado fuertemente controlado por el sacerdocio.

Este es el momento importante en que se crea el documento P y se establece la división jerárquica entre los grupos sacerdotales, con los sacerdotes aarónicos asumiendo la posición de mayor altura, y los de Shiloh –los supuestos descendientes de Moisés– reducidos a un estado servil, cosa que obviamente no fue de su agrado. El documento P fue la pátina editorial aplicada por el sacerdocio aarónico sobre el documento combinado J/E. A pesar de que no pudieron deshacerse de las historias de J y E (patrimonio comunitario del pueblo), que reflejaban una visión hostil de Yahvé, de la historia en general, y de Aarón en particular, las utilizaron en forma astuta para establecer los cimientos de lo que posteriormente sería la imposición final de los controles de Yahvé. El documento P buscaba glorificar a Yahvé por sobre todos los demás dioses que formaban parte integral de las historias originales, y obviamente habría eliminado cualquier mención favorable de ellos, si bien, como ya se ha indicado, no fue posible eliminar las historias mismas.

El autor de P era alguien que conocía bien los textos de J y E. El texto P no solamente era similar a aquellos dos e incluía una buena cantidad de “duplicados” de historias originalmente aparecidas en J y E, sino que además fue escrito con base en J y E con vistas a erigirse como una versión propia e independiente de aquellas historias. Claramente se puede ver que fue escrito para ser presentado en lugar de J y E, y es muy probable que en la época en que P fuera introducido, J y E hayan sido suprimidos.

P no solo iniciaba con las historias de la creación y del diluvio, al igual que J y E, sino que también proseguía con los asuntos capitales del pacto de Abraham, el éxodo de Egipto, y el pacto del Sinaí. Hace referencia a toda clase de asuntos específicos que aparecen en el texto de J/E y contiene más de veinticinco casos de relatos paralelos que obviamente no se pretendía combinar con los de J y E, como terminó por hacer un posterior redactor. Aun más, a pesar de que las similitudes son flagrantes, las diferencias resultan todavía más delatoras. La pregunta que debemos hacer es: ¿porqué consideró el autor de P que era necesario escribir una nueva versión cuando tenía a mano la de J y E?

Primero que todo, necesitamos considerar aquellas cosas que se dicen en J y E que resultan significativamente diferentes en P. Hacía largo tiempo que los pueblos del reino del norte atesoraban la tradición de haber descendido de Moisés mismo. Sus documentos arrojan una luz muy desfavorable sobre la figura de Aarón, presentándolo como el sacerdote del Becerro de Oro cuya hermana, Miriam, fue azotada por la enfermedad por haber criticado a la esposa de Moisés. Aparentemente, el reino del norte no adoraba a un dios que demandara sacrificios, y sus creencias enfatizaban la importancia de la escogencia directa de los profetas por parte de los dioses mismos, antes que la de cualquier linaje sacerdotal.

En el sentido más puro, la creación de esta parte del texto tenía motivaciones primordialmente políticas, de la misma manera que la creación de la teología cristiana fue un asunto primordialmente político. Ambas fueron creadas para dar énfasis a todas aquellas cosas que harían a los súbditos del reino más susceptibles al control y a la dominación.

Ezequías se dio a la tarea de eliminar toda forma de práctica religiosa que no fuera la forma de adoración sancionada dentro del templo de Jerusalén. Se instituyeron rígidos controles religiosos que obligaban a la destrucción de los lugares de adoración de cualquier dios que estuvieran situados fuera del Templo. Estos lugares de adoración se llamaban “santuarios” y fueron eliminados, al tiempo que la forma centralizada de religión bajo el control de los Levitas en Jerusalén se convirtió, en términos seculares, en la ley. De hecho, la ley de Yahvé se convirtió en la ley de la nación. Como anotáramos, los levitas que estaban a cargo en esa época, eran los levitas aarónicos.

Con vistas a entender las implicaciones de todo esto, uno debe entender qué cosa tenía lugar en los mencionados “santuarios” y porqué. En el Oriente Medio, el sacrificio era más que la muerte sin sentido de algún animal; principalmente era la muerte ritual de un animal para ser consumido como alimento, antes de ofrecer parte del mismo a diversos dioses. El punto era que si el hombre deseaba comer carne, debía de entender las implicaciones del acto de tomar una vida, y entender además que este era un acto sagrado que debía ser realizado de una manera prescrita y por una persona especialmente designada –un sacerdote–, que también recibía una porción de la misma.

Así que el efecto de esta ley fue que si la gente deseaba tener un cordero para la cena, ya no podía realizar el sacrificio en el “santuario” local o en su hogar: se veían obligados a cargar a cuestas su cordero hasta Jerusalén, donde tenía lugar el cónclave de los levitas. Esto obviamente equivalía a poner en manos de unos pocos un enorme control y poder económico. Al mismo tiempo los levitas aarónicos que estaban redactando el texto de esta nueva Torah, se aseguraron de estipular la necesidad de agregar ciertos sacrificios específicos en honor de Yahvé y por encima de la mera muerte ritual cuya intención era llenar el plato de la cena. Así aseguraron el enriquecimiento del sacerdocio a expensas del pueblo.

No obstante, la sola intención de centralizar la religión en ese preciso momento de la historia, aunada a la redacción del documento P, nos lleva a una de las claves más importantes acerca de la supuesta existencia del Templo de Salomón en Jerusalén.

Verán, una de las principales controversias de la Biblia en términos de análisis de la evidencia interna con vistas a determinar quién escribió qué y cuándo, la constituye el período en que se origina el documento P. Por largo tiempo se ha aceptado que J y E provenían de un período anterior, el de los dos reinos de Judea e Israel (siglos 8avo. y 9no. AC), como veremos un poco más adelante. Pero tratar de dilucidar quién escribió el documento P ha sido una tarea sumamente difícil. Y el hecho es que P es la más voluminosa de todas las fuentes, con un tamaño similar al de las otras tres juntas.

El documento P incluye la historia de la creación del primer capítulo del Génesis. Incluye también la versión cósmica de la historia del diluvio en la que las puertas del cielo y las fuentes del abismo se abren para inundar el mundo. Tiene las historias de Abraham, Jacob, el Éxodo, y el viaje a través del erial, la mayoría de las cuales son duplicados de historias que aparecen en J y E. También contiene un enorme cuerpo de leyes, que cubre cerca de treinta capítulos del Éxodo y Números, así como TODOS  los libros del Levítico. Así que esta es una pregunta altamente pertinente que no debemos tomar a la ligera.

En 1883 Edward Reuss dio una conferencia a sus estudiantes en Estrasburgo. En ella afirmó que los profetas bíblicos no se refieren a la ley sacerdotal, no citan el material contenido en el documento P, ni tampoco dan siquiera la impresión de estar familiarizados con él. A partir de esta observación Reuss concluyó que la ley es posterior a los profetas. [i] Reuss, por supuesto, tenía miedo de decir esto en público, así que hubo de esperar cuarenta y seis años para publicar una monografía acerca del asunto en 1879. En esa época uno de sus estudiantes más intrépidos ya había llevado la idea más lejos, publicando su propia monografía del tema.

Este estudiante era Karl Graf. Habiendo sido convencido por Reuss de que la ley era posterior a los profetas, comenzó su propio análisis del texto en busca de claves. Ya se daba por un hecho que D había sido escrito posteriormente a J y E, durante el tiempo de Josiah, así que Graf asumió a priori que P debía haber sido escrito luego de eso, durante el período del Segundo Templo. Eso formaba parte del punto de vista posteriormente sintetizado por Wellhausen, y que sostenía que el elaborado sistema legal y ritual, así como la centralización del sacerdocio, fueron desarrollos posteriores dentro de la vida de los israelitas, hacia el final del período bíblico.

Había un serio problema con la idea de que P había sido escrito por un miembro del sacerdocio de la época post-exilio: no se menciona ningún Templo en todo el documento P. En P Yahvé nunca le ordena a Moisés decir al pueblo que debían construir un templo. No existe una sola ley dentro de P que requiera de la presencia de un Templo, y más aún, a pesar de que P habla del Arca de la Alianza, de un altar, de querubines, de Urim y Thunimm, y de otros accesorios sagrados propios de la actividad de la adoración, no existe una sola referencia a un Templo. [ii]

La solución de Graf al problema del “Templo perdido” fue que el Templo sí se menciona en repetidas ocasiones, pero bajo el término de Tabernáculo. El Tabernáculo era la tienda de las asambleas que Moisés erigió en el desierto para guardar el Arca de la Alianza. En el documento E solo se menciona tres veces y en J y D del todo no se menciona. Por otro lado, ¡P lo menciona cerca de doscientas veces! Además P suministra elaborados detalles acerca de sus materiales, su construcción y las leyes que se le relacionan. Es un aspecto bastante común dentro de las historias de P; todas las reuniones del pueblo tienen lugar en el Tabernáculo. En pocas palabras, el Tabernáculo era esencial para P.

Así que la solución de Graf era que el Tabernáculo nunca había existido, que era una ficción creada durante el período del Segundo Templo porque el escritor deseaba establecer un código de leyes que representara los intereses de los sacerdotes del Templo y necesitaba la antigüedad y autoridad de Moisés para validar la idea de que el Templo era el reemplazo del Tabernáculo.

Así es que Graf decidió que el Tabernáculo debía haber sido falsa y deliberadamente creado para transferir la autoridad que representaba hacia el Templo, y las leyes que habían requerido de la presencia del Tabernáculo ahora requerían de la presencia del Templo. De esa manera propuso que el Tabernáculo Sacerdotal había sido una ficción literaria y legal creada en la época post-exilio por el autor de P para dar soporte a la idea de la reconstrucción del templo durante el período del Segundo Templo.

Y entonces aparece de nuevo Wellhausen. Una vez hubo aceptado la teoría de Reuss de que la ley fue posterior a los profetas, y la teoría de Graf de que el Tabernáculo no era otra cosa más que un símbolo del Templo, sugirió que en el documento P la centralización de la religión no era algo que se requiriera, como sí lo era durante el período del documento D, sino que más bien era algo ya existente. Aseveró que las leyes y las historias de P toman la centralización como un hecho.

En la lista de los diferentes tipos de sacrificios incluidos en P hay uno que se llama “ofrenda por el pecado”, y otro que se llama “ofrenda por la culpa”. Tales sacrificios no se mencionan en J, E o D. Wellhausen dedujo que era lógico pensar que estas ofrendas fueran establecidas después del exilio, cuando la gente se sentía culpable y creía que el exilio era un castigo por sus pecados.

En la lista P de días festivos hay uno que se conoce como el Año Nuevo de la Caída, o Festividad de los Tabernáculos, seguida diez días después por el Día de la Expiación. Ninguna de estas festividades se menciona en J, E o D. Y puesto que estas festividades involucran la expiación de los pecados, Wellhausen concluyó que ello probaba que formaban parte del período del Segundo Templo cuando Israel estaba agobiada por el sentimiento de culpa de que su falta de fe en Yahvé había provocado la destrucción del reino y el exilio en Babilonia.

Otra “prueba” que fue aceptaba por Wellhausen como demostración de que P había sido escrito luego del exilio, fue el “asunto de Ezequiel”. Ezequiel fue un sacerdote aarónico exilado en Babilonia, lugar donde escribió el libro que lleva su nombre. El Libro de Ezequiel está escrito en un lenguaje y estilo marcadamente similares a los del documento P. Hay pasajes completos en Ezequiel que corresponden, palabra por palabra, a extractos de P. En Ezequiel el autor declara que en el futuro solo ciertos levitas podrían llegar a ser sacerdotes, mientras que todos los demás quedarían descalificados a causa de sus pecados pasados. Los únicos levitas que podrían fungir como sacerdotes serían aquellos que fueran descendientes de Zadok, el sacerdote aarónico de David. Así es que, de acuerdo a Ezequiel, solo los sacerdotes aarónicos zadokianos serían legítimos, mientras que todos los demás quedarían excluidos.

También queda bastante claro que, cualquiera que sea el contexto, para el documento P solamente los aarónicos son sacerdotes. P sencillamente no le da ningún grado de legitimidad a los descendientes de Moisés (los sacerdotes de Shiloh). Así que Wellhausen decidió que P debía haber sido escrito durante los días del Segundo Templo cuando los sacerdotes aarónicos ascendieron al poder, tomando la profecía de Ezequiel como inspiración. En ese momento de la historia terminó la competencia entre las familias sacerdotales. Los aarónicos habían ganado y uno de ellos escribió una “Torah de Moisés” que reflejaba esta victoria.

Era un buen argumento, pero como dice Friedman: “era lógico, coherente, persuasivo... y erróneo [iii]

Reuss estaba equivocado desde el principio de la discusión porque está claro que los profetas sí citan a P, principalmente Jeremías. Es un hecho que Jeremías parece solazarse en jugar con el documento P e invertir su lenguaje en formas bastante ingeniosas. También es posible ver cómo Jeremías rechaza el Arca de la Alianza en uno de los giros que da al lenguaje del documento P. Ezequiel también parece conocer bastante bien el documento P, y el lector quizás quiera referirse a Friedman para ver una lista de las comparaciones.

En 1982 Avi Hurvitz, de la Universidad Hebrea de Jerusalén demostró que el documento P estaba escrito en una forma más antigua de hebreo que el trabajo de Ezequiel, así que la idea de Wellhausen de que había sido escrito después de la época de Ezequiel recibió un duro golpe. En años recientes otros cinco académicos han descubierto evidencia lingüística adicional de que la mayor parte de P está escrito en una forma de hebreo bíblico que es anterior a los días del exilio en Babilonia.

La conclusión es: Reuss estaba equivocado, Graf estaba equivocado y Wellhausen estaba equivocado. Pero en su error había conseguido resaltar un trozo crucial de evidencia que apuntaba hacia algo completamente diferente: el asunto del Tabernáculo. Este Tabernáculo nos pone cara a cara con la pregunta de cuándo fue que se construyó (si es que del todo se construyó) el famoso “primer templo” de Salomón en Jerusalén.

Jerusalén ha sido excavada una y otra vez, habiendo sido objeto de un período particularmente intenso de investigación de los restos de la Edades de Bronce y de Hierro durante las décadas de 1970 y 1980, bajo la dirección de Yigal Shilo, de la Universidad Hebrea, concretamente en el área de la ciudad de David, el corazón urbano de la ciudad. De manera sorprendente, como señalara el arqueólogo David Ussishkin  de la Universidad de Tel Aviv, el trabajo de campo allí y en otras partes de la Jerusalén bíblica no arrojó ninguna evidencia significativa de ocupación durante el siglo décimo. No solo había ausencia de vestigios de arquitectura monumental, sino inclusive de cualquier fragmento de cerámica. Algunos estudiosos han argumentado que los posteriores trabajos masivos de construcción en Jerusalén habían destruido toda evidencia de la temprana ciudad, pero el caso es que las excavaciones en la ciudad de David revelaron impresionantes restos que datan no solo del siglo décimo AC, sino inclusive de la Mediana Edad de Bronce y de los siglos tardíos de la Edad de Hierro. El dictamen más optimista acerca de esta ausencia de evidencia es que la Jerusalén del siglo décimo tenía una extensión bastante limitada, quizás similar a la de cualquier aldea típica del país montañoso. Esto... coincide con el... patrón que presenta el resto de Judea durante ese mismo período, que se componía de una veintena de pequeñas aldeas y unos cuantos miles de habitantes,  muchos de los cuales eran pastores nómadas. [iv]

Para el siglo 7 AC, Jerusalén finalmente se había convertido en una ciudad relativamente grande, dominada por el Templo al Dios de Israel que servía como único santuario nacional. Pero este era el Segundo Templo, construido como resultado de la visión de los “cautivos” que habían retornado de su exilio en Babilonia.

El sacerdocio que retornó de Babilonia desarrolló la Biblia com si fuera un estricto documento histórico con vistas a amalgamar a un pueblo disperso y cansado por las guerras, y probar que habían experimentado una historia estremecedora bajo la directa intervención de Dios. La épica gloriosa de la monarquía unificada era, al igual que todas las historias de los patriarcas, de las conquistas y del Éxodo, una brillante composición que amalgamaba todos los cuentos y leyendas heroicas de la antigüedad en una sola profecía del pueblo de Israel que data del 7mo. siglo AC y era a la vez coherente y persuasiva.

Toda una elaborada teología se ha desarrollado con la idea de validar la conexión entre los herederos de la línea davídica y el destino del pueblo de Israel. De acuerdo a esta historia fabricada, David fue el primero en erradicar la abominable influencia de los “otros dioses”. A David, fiel y devoto servidor de Yahvé, le fue encomendad la tarea de completar el trabajo inconcluso de Josué, a saber, conquistar el resto de la Tierra Prometida y establecer un glorioso imperio sobre todos los territorios que le habían sido prometidos a Abraham. Esto de hecho reflejaba las ambiciones políticas de los sacerdotes que detentaban el poder, y no la historia tal y cual en realidad había tenido lugar. Así que el glorioso relato de David y Salomón y su maravillosa Arca fue creado para inspirar a las masas. Creemos, por supuesto, que estas historias estaban basadas en modelos más antiguos, pero lo que resulta claro es que el Gran Rey Salomón –quien quiera que este haya sido originalmente– no fue ni rey de Israel ni adorador de Yahvé.

De toda esta búsqueda por cuando menos una evidencia clara de la existencia de un gran Templo en Jerusalén durante el período en cuestión, me temo que he salido con las manos vacías. Inclusive Finkelstein, citado más atrás, en cierta manera elude el asunto. Dice que en el siglo 7 AC Jerusalén era “una ciudad relativamente grande dominada por el Templo a Yahvé”. Si ese fuera el caso, el documento P no se habría enfocado tan asiduamente en el Tabernáculo. El poner  palabras en boca de Moisés de manera retroactiva, parece cosa harto sencilla; hasta ahora ello nunca fue obstáculo alguno para los sacerdotes, así que ¿porqué tanta algarabía en relación con el Tabernáculo? Ellos podrían haber eludido del todo este problema haciendo exclamar a Moisés: “cuando lleguen allí, guarden el Tabernáculo y construyan un Templo”. Pero por alguna razón esa nunca pareció ser una opción. Claramente, esta “Tienda de las Asambleas” era algo que el documento P había tratado de establecer como elemento de gran significado para el pueblo. Por alguna razón, su importancia debía ser enfatizada, y su estatus histórico como único y legítimo Tabernáculo por encima de toda otra tienda similar, debía quedar clara. Encontramos varios elementos nuevos dentro del documento P que obviamente eran resultado de manipulación de cosas que eran sabidas y aceptadas por la gente y que requerían de “retoques” específicos para servir a los propósitos de los sacerdotes.

Primero que nada tenemos una nueva Festividad de la Caída, que antiguamente se conocía como la Festividad de los Tabernáculos. Luego tenemos la presencia de un Tabernáculo específico. Finalmente tenemos la razón de que este tabernáculo sea designado como el único y legítimo: ¡guarda un objeto en su interior, un objeto llamado el Arca de la Alianza!

Todas las referencias al Tabernáculo dentro del documento P sugieren que era un objeto con tremendo valor histórico puesto que fue ensamblado bajo la dirección del propio Moisés. El documento P lo describe como el santuario que guardaba el Arca de la Alianza, el Urim y Thummim, y los querubines. El documento P nos dice que el Tabernáculo mismo fue construido con maderas preciosas, oro, bronce, lana entretejida con hilos dorados, escarlata y púrpura, y con una cubierta de cuero rojo.

A pesar de que se supone que el Tabernáculo, con todo y Arca en su interior, residía en Shiloh (según el documento P), el documento E por su parte,  propio del reino del norte, dominio de los sacerdotes de Shiloh, ¡nunca menciona Arca. alguna! De acuerdo al texto de E, la “Tienda de Asambleas” era el signo más importante de la presencia de Dios. Dios estaba dentro de la tienda, no dentro del Arca. Y está claro que había muchas “Tiendas de Asamblea”.

Por otro lado, el documento J menciona que el Arca fue de suma importancia para los hijos de Israel durante su viaje hacia la Tierra Prometida. En el libro de Números se dice que mientras viajaban el Arca era portada delante de todos. Otro texto dentro del documento J enfatiza la función del Arca como “arma” de carácter militar, indicando que sin la presencia de ella, el éxito de cualquier empresa militar resultaba imposible. Y luego, por supuesto, encontramos en las referencias dentro de J al Templo de Salomón, que el Arca era el objeto más importante que contenía. ¡No debería sorprendernos que dentro del documento J no haya mención alguna a la Tienda de las Asambleas!

Esto, claro está, supone un pequeño problema. Si el reino de Omri fue el mitificado/historizado Reino Judío de Salomón, y aún así no se tenía conocimiento de ningúna “arca”, y además hay evidencia clara de que con anterioridad a Ezequías, nunca hubo un Templo de Salomón en el reino de Judea que pudiera haber contenido dicha arca, entonces ¿de dónde proviene la idea de esta arca? ¿Qué cosa era en realidad el Templo de Salomón? Bueno, ya retornaremos a este asunto. Por ahora es preciso que entendamos que, sea pro mitificación de la historia o por historización del mito, ha habido aquí una seria labor de prestidigitación. Tiendas que anteriormente eran usadas con un propósito particular ahora son eliminadas, a la vez que se ha echado a andar un proceso de centralización variando el enfoque hacia una única tienda. La legitimación de esa tienda se basa en su función como “albergue del arca”, y se han insertado dentro del documento P todos los “antecedentes históricos” necesarios para justificar el uso de dicha tienda.

Cualquiera que haya sido el uso para el que se destinara la Tienda de Asambleas en épocas antiguas, es interesante notar que el carácter general de todo el documento J –el documento de pueblo del arca– es mucho más balanceado en su actitud hacia la mujer. El documento E –proveniente de los sacerdotes del reino del Norte, el pueblo de la tienda– era de una perspectiva muy homocéntrica, concentrándose en los personajes masculinos y con ausencia de heroínas tales como la Tamar del Génesis 38. ¡No extraña que Jezabel haya expulsado a sus autores en la forma en que lo hizo!

Hablando de Jezabel, la penúltima mención del arca en toda la Biblia aparece en 2 Crónicas, 8:11 [v] , mención que hace referencia a Salomón y su esposa, la hija del faraón.

Salomón trasladó a la hija del faraón de la ciudad de David al palacio que había edificado para ella, porque pensó que su esposa no debía vivir en la casa de David, rey de Israel, ya que los lugares donde había estado el arca del Señor eran sagrados.

La antepenúltima mención del arca también ocurre en 2 Crónicas, 35:3:

Además, a los levitas, que eran los maestros de todo Israel y que estaban consagrados al Señor, les dio las siguientes instrucciones: “Colocad el arca sagrada en el Templo que construyó Salomón, hijo de David, y rey de toda Israel. Ya no tendréis que llevarla en hombros. Ahora dedicaos a servir al Señor vuestro Dios y a Su pueblo Israel.”

En breve discutiremos sobre la autoría del libro de Reyes, pero en este punto digamos que la autoría de Crónicas refleja el lenguaje y los intereses de los sacerdotes aarónicos. Exaltan de manera muy especial a Ezequías, lo cual nos podría indicar que este fue el momento histórico en que se produjo el documento P.

La última mención del arca en la Biblia viene de boca de Jeremías en forma de un comentario despectivo del tipo “¡Se los dije!”:

Y acaecerá que en aquellos días cuando os halláis multiplicado sobre la tierra, el Señor ha dicho que ya no volveréis a referiros al arca de la alianza. Nunca más volverá a vuestra mente, ni la recordaréis, extrañaréis o visitaréis, ni tampoco pensaréis en repararla o fabricarla de nuevo.

¡Curioso destino para el artículo más importante en toda la historia judía! (cuando menos de acuerdo a la Biblia). Pronto veremos la razón de esta actitud de Jeremías hacia el arca. El punto es que él habla del arca como si se hubiera estropeado o requiriese ser remplazada. Casi con todo seguridad, esto sugiere que los babilonios destruyeron el arca que existía en la época del reino de Judea junto a casi todo lo demás. Lo que resulta extraño es la implicación de que ya no tendría suficiente valor para ellos como para haberla montado en los carros del botín, o habría sido incluida en la lista de objetos que se mencionan como hurtados del templo. Y para aquellos que se sientan inclinados a pensar que la ausencia de esta mención apuntaría a la existencia de algún gran secreto o conspiración, permítanme señalar que las muchas confabulaciones que existen en la Biblia tienen un solo objetivo: inflar la importancia de Yahvé. Los autores consiguen ello echando mano de cualquier cosa que les sirva como lección para mantener el pueblo de Yahvé en raya. Si la pérdida del arca de alguna manera pudiera haber sido utilizada para inducir un sentimiento de culpa, no dudo de que así lo hubieran hecho. Lo que parece cierto es que, a partir de cierto momento de la historia, lo que existió en Judea no era más que un arca substituta. Así es que en la época del exilio, su pérdida no habría tenido mayor importancia.

Parecería que cuando ya no se requería del arca para legitimar la existencia de un único Tabernáculo, esta dejó de ser importante. La idea de que fue llevada por los judíos durante su huída hacia Egipto y luego hacia Etiopía, no es más que otra pista falsa. Hay muchas Arcas que pretenden ser la legítima y original. Una de ellas se encuentra en Axxum, Etiopía. Este objeto ha sido venerado por siglos, albergado dentro de una capilla especial y custodiado por un sacerdote cuya vida entera se dedica a mantener la capilla y sus terrenos. Es obvio que si el Arca de Axxum fuera la verdadera, las autoridades de Israel no se habrían detenido hasta haberla recuperado. A pesar de los rumores, eso nunca ha ocurrido.

Nuevamente recordemos que aún si el arca que existía durante la época de la destrucción a manos de los babilonios no fuera más que un objeto “representativo”, habría estado basada en un objeto real que existió en determinado momento y lugar, cuya historia había sido mitificada para luego ser re-historizada. No obstante, esto asesta un nuevo golpe a todos los buscadores del Arca de la Alianza bajo el Templo de Salomón en Jerusalén.

Retornando al Primer Templo, observamos que Finkelstein menciona que la evidencia de la total destrucción de Jerusalén se encuentra claramente presente en los estratos arqueológicos, y que definitivamente revela la violencia y la metodicidad con que la ciudad fue borrada del mapa; pero no hace mención a Templo alguno. Eso no significa que en determinado momento no se hubiera construido uno en Jerusalén, solo que no fue Salomón el que lo construyó, ni tampoco se construyó en el siglo 10 AC. Y el asunto de si existió o no un Templo de Yahvé en la época específica de Ezequías, cuando se producía el texto del documento P, es problemático.

Lo cierto es que parece que un templo existió en la época de la destrucción del reino del norte. Una clave que apunta hacia ello es la referencia a la labor de “reparación” del Templo emprendida por Ezequías como parte de sus reformas. Pero en lugar de haber reparado el Templo de Yahvé, bien podría haber reparado y remodelado el templo de algún otro dios en Jerusalén declarando que se trataba del “Templo de Salomón” cuando en realidad no lo era. Así pues, habría tenido mucho sentido legitimar el Tabernáculo como hogar temporal del arca, para luego transferir ese hogar a un Templo “purificado”.

El autor del documento P habla acerca del “Templo de Salomón” y los objetos que contenía, pero ninguno de ellos estaba presente en el Segundo Templo, y tampoco eran estos considerados como importantes. Este es otro de los puntos que viene en apoyo de la idea de que el documento P se escribió antes del período del segundo Templo. ¿Por qué iba el autor a hablar de objetos que ya no existían como si todavía existieran, aun cuando seamos de la idea de que su declarada existencia no era más que la deliberada sustitución de una idea por otra? Además, ya hemos hecho referencia al sorprendente silencio de la Biblia en cuanto al destino del Arca, con la sola excepción del breve y sugerente comentario en Jeremías.

El Arca tenía una reputación letal. Se supone que el solo tocarla tenía consecuencias fatales. Luego de una batalla, 50,000 soldados filisteos abruptamente levantaron un campamento con el arca abierta de par en par y todos ellos fallecieron mientras dormían. Su rey se apresuró a ordenar que fuera sellada y enviada de nuevo a manos de los israelitas. Uno de los portadores del arca tropezó y la tocó, y resultó muerto al instante. Dos de los hombres de Moisés echaron un vistazo a su interior y no vivieron para contarlo. Moisés se aseguró de que ambos fueran enterrados en pleno desierto y lejos del campamento. Algunas personas han argumentado que esto indica que se trataba de un objeto radiactivo o cuando menos de un aparato tecnológico de algún tipo. Es seguro que de haber sido un objeto tan poderoso desde el punto de vista militar, se habría mencionado su uso en contra de los babilonios. Y de seguro también se habría mencionado el hecho de que a pesar de toda su fama, nada pudo hacer en contra del poderío de Nabucodonosor, o de que un terrible destino cayó sobre aquellos que se la llevaron consigo, en caso de que alguno de estos dos eventos hubiera tenido lugar. Pero no fue así, y esa podría ser la razón del subsiguiente silencio. A fin de cuentas, las únicas historias que tenemos acerca de la presencia o uso concreto de un arca son los mitos historizados (o historia mitificada) que nos llevan de vuelta a una época muy anterior al exilio impuesto por los asirios en Babilonia. Uno no puede menos que preguntarse también acerca de la destrucción del Reino del Norte por Hazael. Si el arca hubiera estado presente allí, habría tornado a los omritas en una fuerza militarmente invencible. Por otro lado, en caso de que Hazael se hubiera apropiado del arca, en alguna parte se habría hecho mención de ello. Así que el arca estaba precedida de una enorme fama, no obstante lo cual sobrevino la destrucción. ¿Cuál sería, entonces, la explicación de los sacerdotes? No funcionó, y era mejor olvidar todo el asunto antes que tener que enfrentar las preguntas de la gente.

En este punto los autores de la Biblia sencillamente no pudieron salirse con la suya, así que ni siquiera lo intentaron. Además resulta claro que en la época del segundo Templo ya no tenían más necesidad del arca, así que sencillamente se dejó desvanecer su recuerdo en el olvido como si fuera otra historia más del glorioso pasado de los ancestros. De nuevo, sugiero que todo esto estaba basado en una semilla de verdad proveniente del remoto pasado, pero averiguar concretamente a qué cosa estaba relacionada no va a ser tan sencillo como pretenden los muchos cazadores del Arca contemporáneos. Una cosa parece segura: no hubo ningún Templo de Salomón en Jerusalén, ni Arca de la Alianza dentro de cualquiera templo que haya existido allí. Así que podemos descartar las historias del Arca de Axxum o del rescate del Arca de debajo del Templo por parte de los Templarios o del Emperador Romano Tito.

Sin embargo, la persona que escribió el documento P presentó un Tabernáculo específico, la Tienda de Asambleas, que contenía la personificación misma de Yahvé en el arca, como centro de la vida religiosa de Israel desde la época misma de Moisés y por todas las épocas subsiguientes, lo cual nos lleva a la conclusión de que P debió haber sido escrito antes que D, puesto que en el texto de todas las leyes descritas en P se dice claramente que los sacrificios y otras ceremonias deben tener lugar a la entrada del Tabernáculo y en ningún otro sitio excepto este, y que esta será la ley “por siempre”. También demuestra que el Tabernáculo era el centro de culto en Jerusalén hasta el momento en que un templo de cierto tipo fue construido, o bien “purificado”, para tal propósito, y eso probablemente tuvo lugar en la época de Ezequías.

Friedman sugiere que el Tabernáculo fue posteriormente colocado en el sanctasanctórum de un Templo en Jerusalén, bajo las alas extendidas de los “querubines”. Pero como ya hemos visto, no existe ninguna evidencia arqueológica de la existencia en Jerusalén de un templo de las dimensiones del Templo de Salomón, así que no nos queda más opción que pensar que se utilizó un templo de menor tamaño, o bien que hasta la época del Segundo Templo todo lo que existía era la tienda del Tabernáculo.

En las historias de ese rey específicamente judío, Salomón, que ahora tenemos la sospecha de que se trata de Ahab asimilado dentro de un arquetipo todavía más antiguo, se dice:

Y trajeron el arca de Yahvé y la Tienda de las Asambleas y todos los otros implementos sagrados que se encontraban dentro de la tienda. [vi]

Josefo, el historiador judío, también escribió que el Tabernáculo fue traído al Templo, pero ya se ha señalado anteriormente que él obtuvo su “interpretación mística” del Tabernáculo de Filo de Alejandría. De cualquier manera, todo esto nos lleva a preguntarnos: ¿qué tipo de actividades se realizaban dentro de la Tienda de Asambleas antes de que fuera deliberadamente designada como albergue del arca? ¿Porqué habría una tienda de llevarse al interior de un templo, excepto con el fin de modificar su función?

En cuanto a la destrucción del “Templo” en Jerusalén, en Salmos 74:7 leemos:

Lanzaron tu santuario a la hoguera; profanaron tu Tabernáculo y lo derrumbaron

Sin embargo, mediante un análisis textual [vii] ya se ha sugerido que el Salmo 50 y los Salmos 73 al 83 fueron compuestos entre los años 730 y 720 AC para la adoración festiva en el santuario norte de Bethel, y posteriormente aceptados en Jerusalén con correcciones marginales. Así que, o esta referencia a la quema y profanación del Tabernáculo tiene que ver con un evento anterior, previo a la caída del reino del norte, o bien fue añadida al himno conmemorativo luego de la Caída de Jerusalén. Ello sugeriría que el Tabernáculo que fue establecido como único Tabernáculo en Jerusalén fue tan solo una creación de esa misma época, o –de nuevo lo decimos– que nunca existió un Templo anterior al período del Segundo Templo.

 

 

 
Continuar con la parte 4




[i] Friedman, op. cit., p. 162.

[ii] Ibid, p. 163

[iii] Ibid, p. 167

[iv] Finkelstein, op. cit., p. 2001

[v] ¡Bonitos números para los esoteristas!

[vi] La Biblia, 1 Reyes 8:4 ; 2 Crónicas 5:5

[vii] Goulder, Michael D., The Psalms of Asaph and the Pentateuch (“Los Salmos de Asaph y el Pentateuco”), Sheffield Academic Press 1997.





 



Continuar con la parte 4



Los dueños y editores de estas páginas desean declarar que el material presentado aquí es producto de nuestra investigación y experimentación en la Comunicación Superluminal. A veces nos preguntamos si los Cassiopaeans son quiénes dicen ser, ya que no tomamos nada como una verdad incuestionable. Tomamos todo con pinzas, aún cuando consideramos que hay una buena posibilidad de que sea verdad. Analizamos constantemente este material, además de una gran cantidad de otro material que llega a nuestras manos desde numerosos campos de la ciencia y el misticismo. Francamente, nosotros no sabemos CUÁL es la verdad- pero creemos que está "Allí afuera" y, tal vez, si es posible, podamos encontrar alguna de sus partes. Sí, diremos que nuestras vidas se han visto enriquecidas por este contacto, pero también nos hemos sentido desconcertados y confundidos por algunos elementos que todavía necesitan clarificación. Sí que hemos descubierto muchas cosas, en la manera de "confirmación" y "corroboración" de varios otros campos inclusive científicos e históricos, pero hay también mucho material que, por su naturaleza, no se puede verificar. Así, invitamos al lector a compartir nuestra búsqueda de la Verdad, leyendo con una mente abierta pero escéptica.

Nosotros no alentamos las ideas producto del "devotismo" ni de "Verdad Única," pero sí alentamos la búsqueda del Conocimiento y de la Conciencia en todos campos de trabajo como la mejor manera de ser capaces de discernir las mentiras de la verdad. Lo único que podemos decirle al lector es esto: trabajamos muy duramente, durante muchas horas al día, y lo hemos hecho así durante muchos años, para descubrir la razón fundamental de nuestra existencia en la Tierra. Es nuestra vocación, nuestra búsqueda, nuestro trabajo. Buscamos constantemente validar y/o refinar lo que entendemos puede ser posible, probable o ambos. Hacemos esto con la sincera esperanza de que toda la humanidad se beneficiará, si no ahora, tal vez en algún punto de uno de nuestros futuros probables. .

Contacte al Webmaster en quantumfuture.net
Derecho de autr © 1997-2003 Arkadiusz, Jadczyk y Laura knight- Jadczyk. Todos lo derechos reservados. "Cassiopaea, Cassiopaean, Cassiopaeans," son marcas registradas por parte de Arkadiusz Jadczyk y Laura knight-Jadczyk. Las cartas dirigidas a Cassiopaea, Quantum Future School, Ark o Laura, pasan a ser propiedad de Arkadiusz Jadczyk y Laura Knight-Jadczyk. La re-publicación y re-distribución del contenido de esta pantalla o de cualquier porción de este sitio web en cualquier manera está expresamente prohibida sin el consentimiento escrito previo.